-
Arquitectos: Architectural Bureau G.Natkevicius & Partners
- Área: 1837 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Lukas Mykolaitis, Martynas Plepys
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa Lituana del Baloncesto es un edificio del Museo del Baloncesto de diseño excepcional, ubicado en una ubicación exclusiva entre el casco antiguo urbanístico, cerca del histórico castillo de Kaunas y el parque natural de Santaka, en la confluencia de los ríos más grandes de Lituania. El edificio lacónico es el último edificio del tejido urbano del casco antiguo de Kaunas, que parece completar el barrio: un transeúnte ya está ingresando al parque Santaka aquí.
Construido en un entorno altamente sensible, el edificio se las arregla para evitar "jugar" con la arquitectura histórica y, en cambio, se presenta con audacia como un edificio moderno y contemporáneo. La casa de baloncesto se ve caminando a lo largo del terraplén de Nemunas, el parque Santaka y las calles adyacentes, por lo que el edificio requería una fachada desde todos los lados, también visible desde arriba: desde las laderas de Aleksotas al otro lado del río, desde los techos de la ciudad y el torres de la iglesia.
Se suponía que el edificio se parecía arquitectónicamente a una escultura que tiene algo que decir cuando se mira desde cualquier lado (la fachada de plástico se revela de manera diferente, también a vista de pájaro) "limpio", liso, cualquier equipo de ingeniería, el techo libre se convirtió en un -parte plena de la composición del edificio. Toda la fachada del edificio de forma única está construida con construcciones de aluminio con placas de vidrio y cobre.
Un lujoso y llamativo revestimiento de cobre no solo combina con el medio ambiente, sino que también se suma a la apariencia sólida y duradera. El cobre como material eterno nunca defraudará, se desvanecerá, pero aumentará el valor material y estético del edificio. El cobre madura con el tiempo como buen vino: la fachada se oscurece, se vuelve lujosa y sólida, se oxida y se transforma de brillante a marrón oscuro, incluso más adecuado al contexto circundante de mampostería de ladrillo rojo. Una esquina del Museo del Baloncesto es como flotar en el aire.
El eje central del edificio se convirtió en un roble centenario, rodeado por un edificio en forma de U; se integró en la fachada principal del edificio, formando un pequeño patio interior. Aquí mismo, junto a este gran roble, rodeado por tres lados por un edificio semicircular revestido de cobre, se levanta una estatua de J. Naismith, un canadiense que inventó el baloncesto en 1891. La fachada de la entrada y las principales salas de exposiciones rodean el árbol que aquí crece, se convierte en el eje del edificio y de la historia que se cuenta.
El roble con el edificio escultórico se complementan: la curvatura del edificio resalta el roble y es muy visible en el fondo del edificio. En el interior de la Casa del Baloncesto, pasando por un edificio plegado de forma semicircular, el roble siempre se ve como un eje alrededor del cual gira el edificio. Los arquitectos buscaron combinar varias cosas que llevarían al visitante más lejos como un guión: la forma del edificio en sí atrae como una escultura, el patio y el roble continúan uniéndose, y después de entrar al edificio se ve lo interesante y efectivo que es el interior. es. El interior, dominado por tonos de hormigón y monocromáticos, está diseñado como fondo para la exposición del museo.
